julio 02, 2012

Sobre la Indignación

¿Qué harías tú con el poder de levantar a medio país en armas? ¿Con qué sentido llamarías a la violencia en un momento histórico de confluencia hacia la armonía? ¿Iniciarías una guerra que ocasione el sufrimiento que querías evitar? La historia te juzgaría como ególatra, necio e incongruente. De hecho, el simple hecho de llamar a las armas haría que muchos notaran esa incongruencias y se negaran a participar de más violencia, removiendo ese poder en el momento de intentar ejercerlo. En ese sentido, si el momento no es correcto, dicho "poder" es meramente nominal, el eco de cómo explotó todo en otro tiempo, con otras personas, y que bien pudo haber ocurrido en otro lugar, aunque no, por la abismal diferencia entre ambas culturas que el paso del tiempo ocasionó. La indignación clama por ser utilizada como combustible de una fuerte acción, pero dicha acción corre el riesgo de ser desesperada, actuar sobre lo obvio y quedarse en lo superficial sin atacar el problema que atañe. ¡En vez de eso uno bien puede contener un momento su indignación, analizar y entender la fuente real del problema, y entonces sí atacar el meollo del asunto! En este momento acaban de pasar las elecciones presidenciales y ganó la ignorancia, como en el viejo juego de mesa "Maratón".

Ganó la ignorancia de la gente simple, la ignorancia de los informados que, ignorantes de su poder, lo ejercieron tarde, la ignorancia de los poderosos que perpetúan un desequilibrio que sólo era sostenible antes de que la información fuera liberada, y que ahora ha derrocado ya a varios jerarcas y desestabilizado a países que creíamos inmutables y superiores en cultura, economía e instituciones. Es un turno nuevo. ¿Contra qué volcar nuestras energías? ¿En pro de qué? ¿Cabe desgañitarse gritando fraude? Sí y no, creo, por que esta vez el fraude no fue por sistema, sino justamente por que se usó la ignorancia, desconfianza, individualismo y pobreza creadas previamente para poderla manipular, ¡y en ese sentido lo hubo! ¡CREARON UN PUEBLO IGNORANTE Y MANIPULABLE Y LUEGO LE DIJERON QUE TENÍA LIBRE ALBEDRÍO! En ese sentido creo que lo hubo. Hay que evitar que se repita. Ahorita y aquí, tal vez buscando que se legisle la segunda vuelta electoral y buscando arreglar la educación de cabo a rabo, pero hay que hacer de la lucha contra la ignorancia una forma de vida. ¡Eso sí es patriotismo!... De repente la sola indignación del momento parece quedarse corta ante semejante misión. ¡Hay que encontrar en la cultura un fin en sí mismo, una motivación que se renueva por enriquecer la vida misma, que llena, ennoblece y contagia! ¡Y si se nos acaba la vida, pues bien vivida estuvo!

Voy por un libro.

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