salía de mi casa contento y jovial (hasta iba silbando un poco) y en la esquina de mi casa me aborda un vato que muy impositivamente me pidió una moneda, igual se la iba a dar, aunque me iba a retrasar un poco por que siempre traigo una de 5 en la mano lista para mi jugo de naranja de la esquina y la otra opción era pagar con uno de a 20.
estaba sacando la moneda, cuando se me pegó mucho, cosa que me dió mala espina y dí un pasito para atrás, y al verme darlo el wey me dijo en voz baja: "saca todo lo que traigas.. tu baro, tu celular, todo"
y noté que tenía la mano en una posición propia de traer un cichullo y estarlo dirigiendo hacia mí, asi que no puse peros y saqué mis 25 pesitos para el día y mi celular, y le pedí de favor que si me dejaba quedarme con mi chip, a lo que respondió "nel wey, todo, dámelo todo!". 'Ta bien wey, es todo. No traes nada más?! No man, nomás los boletos del metro, ya me puedo ir a la escuela? Sí wey, sácate a la verga y mientras decía eso agitó un poco su mano, dejando a la luz el cuchillo con el que me había amenazado durante el molesto trámite. Ya, está bien, ya me iba! -le respondí- y me fuí corriendo esperando encontrar en la esquina algúno de los polis que suelen ponerse ahí, a ver si ya estaban en su puesto, y como no ví a ninguno, le pregunté al de los jugos... "no joven, están en cambio de turno".
chale, todo mundo sabe que a las 6 salen los de la noche y entran los de la mañana y no hay quien eche ojo.
"En la gas siempre hay uno" -me recordó-, así que ps fuí a buscarlo y el wey sin sacarse las manos de las bolsas ni levantarse de su silla, me dijo "no joven, yo no me puedo mover de aquí" refiriéndose a la gas, pero más bien remarcando una realidad aplicable a él mismo en ese momento, su vida y que se puede ampliar hacia los muchos estancamientos del mundo.
Debraye filosófico-ético en al siguiente entrega
4 comentarios:
:D amen, vicky. amen.
pinches, pinches pinchísimos spam-bloggers
y de rodillas, diria yo...
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