enero 27, 2011

Tuve un sueño

Soñé que los federales me buscaban por narco por un pendejo error del sistema de cobro por la moto, que vió que debía mucho por moroso y me marcaba como hijodeputa o algo así, y luego otro pendejo igual de asno hacía lo mismo y me subía de hijodeputa a narco. Y era esta semana, era hoy! La próxima semana ya iba a entrar a ciencias y tenía muchos planes de ser científico e investigador y hacer muchas cosas y aportar mucho! Despues de ver como me buscaban por todos lados y mi papá me decía (en temas irrelacionados) que si ese fin iría al rancho, le decía apenado que más bien no estaba seguro por que de repente haían Federales esperándome en casa de alex, la chamba, y todos los lugares que puedo llegar a frecuentar poco, mucho o que apenas conozco, y yo estaba atrapado por alguna razón en un centro llantero o algo así (tipo michelín, que alinean, balancean y venden llantas) por churubusco, de tal modo que al haber quedado en lugar tan irrelacionado no sabían dónde buscarme, por que ni yo sabía cómo había dado a estar allí, y prefería pensar en salir cuando ya supiera qué haría y a dónde iría…
Después de mucho pensar, hacer llamadas y buscar alternativas saltó a mi que el hecho de que hubieran federales en casas de todos mis amigos me hacía sentir muy mal y responsable, por que todos me querían ayudar, ninguno estaba comprometido por que no me ayudaba aún, pero aún así sus vidas estaban afectadas y estaban vigilados y oprimidos por la situación. Decidí entregarme y esperar que un juicio justo (que aún en mi sueño en el que existen los juicios justos tomaría un año, tal vez año y medio) me declarara libre y mientras pensaba en estudiar desde prisión y apurarme con la escuela desde ahí, como en sistema abierto, viendo videos de clases en internet y así, tal vez incluso de gente linda que me grabara las clases que me perdía y soñaba un poco con una vida escolar remota desde mi futura celda.
y emprendía el camino hacia el lugar que más acordonado tenían: el estacionamiento un super/de un hotel/de la sede de la policía federal. Entrando, y después de presentarme como "Hola, oficial. Soy Jordi Serra, creo que me buscan", y después de que los medios que no se veían ahí pero que todo lo publican corrieran la voz de mi entrega/captura, se corría la voz, probablemente gracias a los mismos medios, de que "Ofelia" quien no conocía ni conozco, ni se parece a nadie que ubique pero a quien amaba profundamente se lanzaba al vacío y suicidaba desde el hotel del lugar. Mientras se escuchaba de fondo el reportaje de que al parecer había estado hospedada en el hotel toda la noche esperando a saber qué ocurría con la tensa situación, corría yo escoltado por comprensivos federales hacia ella gritando con todo el dolor posible "OFEEELIIAAAAAAAAAAAAA" y en lo que me tomaba llegar al otro lado del estacionamiento ya era uno o dos días después y estaban muchas chicas vestidas de blanco rondando con tristeza la escena, como que todas me conocían, pero ninguna se acercaba tanto, y por alguna razón justo antes de llegar estaba sof abriendo un chingo los brazos, y a su sorpresa (por que ella no sabía nada de Ofelia, como yo, pero al menos yo sabía que la amaba), la esquivaba para abrazar al cadáver consciente, paciente y ya de varios meses de putrefacción de ofelia, quien con el tabique de la nariz asomando por el cráneo seco aún se veía guapa (eso sí, con los globos oculares aún azules e intactos, pero sí mates, con el brillo de otrora apagado, pero aún esperándome) y la abrazaba con muchísimo dolor y pasión y lamento por que no hubiera sabido esperarme, que la idea era salir por un juicio justo pero nada de eso lo mencionaba ya, ni tenía importancia, sólo nos veíamos comprendiendo todo. Sof llegaba por atrás de mí a abrazarme y también se había suicidado el día que me habían ingresado! Y tenía un hoyo seco de escopeta atravesando el vestido blanco que llevaba, y le decía "Pendeja! por qué lo hiciste?!!!!" y hacía cara de pucheros y ya la abrazaba y para este momento ya estaba todo en paz, y nomás era satisfacción de haber vivido, y los tres abrazados y abrazados por como otros 3 o tal vez un par más, nos levantábamos como flotando, como llevados por un viento que sólo llegaba cuando sabía correcto, como semillas, como de esas (que ya no he visto por la calle =/) que tienen la parte fértil que se convierte en árbol bien chiquita y larga al extremo de una hoja sequecita pero aún no quebradiza, ovaladísima y que cuando caen tapizan las aceras. Toda esa semilla (que era grande, conceptualmente mucho más grande que su contraparte arbórea pero imperceptible finalmente en tamaño, ya que el mundo alrededor se había disuelto o difuminado [no importaba qué] y ya no había con qué comparar) era cada uno de nosotros, lo que sí somos cuando sutilmente y sin darnos cuenta nos separamos de esto, y teníamos una como cuenta, como si fuera una catarina prendida al otro extremo, en el cacho hojoso, ya al final, que te tenías que acercar para apreciar y realmente notar, prendida a la hoja como un arete azul, atravesándola pero sin perforarla. Y abrazados como estábamos en forma de semilla etérea decidíamos felizmente hacer otro viaje juntos, sonreíamos MUY felices (sin expresiones faciales ni palabras, sólo sonreíamos escencialmente) y decidíamos, Sof, Ofelia y los que también nos abrazaban, hacer otra cosa juntos! Y eso nos llenaba de alegría! Y en la alegría y en el comenzar a alejarnos de esta existencia se nos desprendía discreta e imperceptiblemente la cuenta aquella. Que tan ínfimamente representativa de nuestra escencia, era lo único que nos ataba a la vida, a esta particularísima forma de existir, de las incontables que hay. Y eran incontables, felizmente incontables.

1 comentario:

Sofía dijo...

¡Ah, la precisión! Qué bonito final. Quierohártote. Harto de mucho, no de hartar.



(Ya no cenes queso).