agosto 13, 2010

Ser Humanos

Consiste en la constante dualidad entre la razón y el sentir:

De la primera tenemos control y podemos analizar mejor, con más información y cada vez elaborar argumentos más sólidos sobre una postura u otra… dándonos la oportunidad de creernos en control de los acontecimientos cuanto más sabemos sobre ellos. 
De lo segundo no. Los sentimientos se gobiernan solos, nos llevan a su antojo arriba o abajo, a dar vueltas o detenernos, y muchas veces da miedo la incertidumbre de su volatilidad.
Poco a poco aprendemos a influenciarlos moderadamente mediante la razón: manteniéndonos lejos de gente que consideramos que nos puede hacer sentir de modos desagradables, acercándonos a quienes creemos nos harán sentir "bien", aprendiendo todo lo posible sobre esto o aquello en pos de creernos en control, y, así, sentirnos seguros.

Siempre podemos analizar las causas de los sentimientos, o intentar preveer las consecuencias de lo que nos inclinan a hacer, pero no son cuestionables. 

Hoy creo que de lo único que tengo control al respecto, es de decidir dejarme llevar.

1 comentario:

Torino dijo...

http://el-patio-del-vecino.blogspot.com/
pasate y comenta!
no tiene desperdicio