Si uno fuera a describir a los humanos en una palabra, sería "sorprendentes", ya que en general uno se sorprende a cada momento de estar en contacto con ellos. Ya sea que se los encuentre uno por ahí o por alguna razón se encuentre uno en una aldea o ciudad, se encontrará con extrañezas inesperadas, contradictorias y continuamente explicadas con argumentos circulares.
Probablemente lo primero que uno note es que están rodeados de muchas cosas muy elaboradas, hechas de piedras muy pulidas, de plantas peinadas hasta lo irreconocible o de materiales que ellos mismos elaboran, esto puede sonar irrelevante, pero es de esas cosas que uno tiene que ver por sí mismo: TODO a su alrededor tiene algo de su trabajo y atención, hasta las plantas! Esto es un gran ejemplo de lo difícil de explicar de estos seres, pero ayuda a explicarlos muy bien, siempre que se parta de algo más básico: siempre parecen estar inquietos.
Continuamente se les puede observar recorriendo enormes distancias para su tamaño, afanosos en múltiples actividades (usualmente centradas en elaborar las cosas con las que suelen ser vistos o modificando su entorno a estructuras intrincadas), preocupados y hasta molestos; todo en función del tiempo y las actividades mencionadas, laboriosos y ajetreados por obtener cupones canjeables a cambio de sus respectivas labores, que luego cambian felizmente por las cosas que los otros elaboran.
Parecen ser muy felices en este interminable ciclo, excepto que está basado en su continua inquietud, dejándolos siempre insatisfechos con las cosas que tienen, los entornos en que están, la velocidad en la que recorren sus enormes distancias, y bueno, en una palabra, todo.
Esto es lo más sorprendente sobre ellos. Uno usualmente queda impresionado por la majestuosidad de sus edificaciones, lo elaborado y variado de sus vestimentas, modos de transporte, y lo intrincado y complejo de todo lo que viven y hacen, y esa suele ser la sorpresa inicial, pero queda sobrecogido por el hecho de que no estén ni satisfechos ni felices con todo esto, ya que la mayoría es incapaz de disfrutarse ni amar el mundo en que vive, por pequeño o vasto que sea.
Merecen mención especial los niños humanos, quienes en las edades más tempranas son criaturas muy alegres y sabias.
Hay mucho que decir sobre los humanos, pero a fines introductorios esta breve descripción sirve, todo lo demás es más bien parte de la complejidad de lo antes mencionado.
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