Hoy tengo ganas de decir que el día me pareció bello: lleno de cosas simples y maravillosas y de cosas complejas e inescrutables a las que acostumbramos obviar...
no fué particularmente soleado ni despejado, hizo un poco de calor entre los frescos recientes (más del bienvenido, para muchos), no ocurrió nada remarcable que lo haya hecho excepcionalmente emocionante o interesante... pero fué un lapso irrepetible de particularísimas ocurrencias que jamás se repetirán, cada quien se movió de maneras que jamás se volverá a mover y el día se llenó con un ballet de humanidad, animales, naturaleza y máquinas haciendo sonidos, creando, destruyendo, creciendo, hablando, muriendo, naciendo, soplando, girando y todo lo que se puede decir y pensar... todo ocurrió hoy... y volverá a pasar mañana.
Hermosa que es la vida.
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